Tú dices papa y yo digo patata...¿Vamos a acabar con todo eso? *
- Vicky Tessio
- Jun 23, 2019
- 7 min read
Género, raza y acento: diversidad y representación
frente al micro y en escena.
Por Vicky Tessio.

“¿Votamos cuál es mi raza ya? Es importante. Para poder desarrollar mi carrera como actriz es importante dejar esto claro, creo. Hace poco me dijeron: ¿Por qué no sales en Palmeras en la nieve? Palmeras en la nieve es una peli en la que participan varios actores negros españoles, y yo contesto: “Es que no parezco negra”. Otras veces, en cambio, me dicen: “Demasiado racial para ese papel”.
También me dicen: ¿Cómo vas a hacer tú de monja, cómo justificamos que la monja tiene tu color de piel?. Por eso es importante que hoy, aquí, de una vez por todas, decidamos cuál es mi raza y entonces yo ya podré ir tranquila por la vida y sabré exactamente qué debo pedir, a qué castings debo ir, cómo presentarme, ser más consciente de mí misma, saber cómo me ven los demás. Porque me diréis “Sé tú misma” , “Sé quien quieras”. Lo siento, eso es imposible, soy actriz. Soy todo lo contrario a eso de ser yo misma o ser quien yo quiera, Soy vosotros, soy lo que vosotros queráis. Así que tenéis que decidir lo que queréis que sea.”
La Blanca. Así se llama el monólogo al que pertenecen estas líneas, escritas por la dramaturga María Folguera. Una obra teatral que va relatando con humor, ironía y lucidez, la historia familiar de su protagonista, la actriz española Anahí Beholi. Una historia de racismo, silencio, colonialismo, supervivencia, reflexión, lucha, y amor.

“¿Qué pasa cuando tus padres son hippies de Ibiza, tus abuelas una señora guineana y otra catalana, tu abuelo un terrateniente alemán, y tú una actriz a la que nadie sabe clasificar?” …
La obra La Blanca fue representada en el Cervantes Theatre de Londres a principios de este año 2019, y en el coloquio posterior se siguió hablando de racismo, de privilegio y, naturalmente, de diversidad. “Quiero hacer de tía normal, ¡de blanca!”, había dicho la Anahí/personaje sobre el escenario. Quiero que me llamen para hacer de camarera, o de jueza, o de profesora, o de....
O lo que es lo mismo: quiero que dejen de llamarme para hacer de negra.

“Invita a las personas de raza negra a hablar en charlas de algo más que de Diversidad, por favor. Somos expertos en otras materias más allá de la raza”.
¿CUESTIÓN DE ACENTOS?
En un coloquio reciente acerca de la Igualdad en el mundo de la locución, el actor y coach Stephane Cornicard, que lleva más de veinte años viviendo en Londres, lanzó la siguiente reflexión: “Londres es una de las ciudades del mundo con mayor número de franceses residentes. ¿Escucháis normalmente el acento francés en la radio, en la televisión? No, ¿verdad? ¿Cómo es posible esto, esta falta de representación de una población tan numerosa...?” Yo soy una actriz de voz cuya lengua materna es el español de España, es decir, mi acento nativo es el castellano.
El español es la segunda lengua más hablada del planeta después del Chino Mandarín. Es una lengua nacida en la Península Ibérica y llevada a América por los conquistadores españoles. La gran mayoría de los que hasta allí viajaron, a las órdenes de los grandes nombres recordados por la Historia, eran hombres del sur: de Andalucía, de Extremadura... Esta parece ser la explicación de por qué en Latinoamérica la pronunciación de la letra C es inexistente. No porque haya desaparecido, sino porque nunca llegó. En el sur de España lo predominante es el seseo (pronunciar C y Z como S), y así también en las Islas Canarias.
Las diferencias entre el español de ambas orillas son grandes no solo por acento, también por la prosodia, el vocabulario... Una diferencia mucho mayor que la que existe entre el inglés británico y el norteamericano. Tristemente, el por qué de esa diferencia es la ausencia de contacto, de entendimiento, de cercanía... Es cierto que la industria estadounidense es líder, que sus películas, marcas, compañías, tienen repercusión planetaria. Las producciones británicas, soberbias, no se quedan atrás. Y el idioma inglés es, como sabemos, la lengua global. La cercanía entre ambos países y gentes es evidente, aunque también sean habituales las bromas y sornas de unos y otros cuando refieren la forma de hablar y las costumbres respectivas. (¿Recuerdan Love, actually...?) Pero mi sensación es que se conocen, se relacionan y crean juntos de manera habitual. Y confieso que siento una envidia especial cuando escucho a un compañero estadounidense decir que en su país adoran el acento británico.
(He escogido especialmente este vídeo por la cantidad de voces femeninas que aparecen en él)
Los hispano-parlantes sabemos que esto está muy lejos de ocurrir en el caso de nuestro idioma. El acento latino ha sido sistemáticamente rechazado en España. Los comentarios de algunos usuarios españoles a los doblajes latinos que podemos ver en youtube son terribles, y suelen ser igual de despreciativos en el caso opuesto.
En España, por nuestra parte, solo suele admitirse nuestro acento estándar, que es el castellano. Nosotros mismos nos hemos encargado de minusvalorar el resto de acentos e idiomas de nuestro propio país. En Latinoamérica y USA, por su lado, se emplea en la industria el llamado “español neutro”, que es realmente una convención creada para fijar un estándar en realidad ficticio...
Los acentos son también, por tanto, un asunto de diversidad serio sobre el que queda mucho que hablar y debatir.
UNA INDUSTRIA DIVERSA
Para intentar buscar respuestas a todo este tipo de cuestiones sobre diversidad, o ausencia de ella, se suele poner el foco en los creativos: ¿por qué los creadores de contenido, escritores, guionistas, desarrolladores, copywriters, directores, no son incluyentes, inclusivos, y se limitan a repetir fórmulas y clichés?
Pero en la industria creativa, precisamente en la industria creativa, la presencia de gentes de toda procedencia es constante. ¡Me atrevería a decir que es su esencia misma! ¿No estamos ya, por tanto, dentro de la industria? ¿No somos parte de ella...? ¿No somos de hecho, nosotros,
LA industria?
El problema parece entonces residir en escalones superiores: en el propietario o propietaria, en el inversor, en el jefe supremo (que suele ser un hombre). En la persona que tiene el dinero que paga el producto: el spot, la obra de teatro, la película, el videojuego... Pues bien, los datos, damas y caballeros, están ahí y son incuestionables: Black Panther es décimo filme más taquillero de todos los tiempos en el box office mundial después de romper la barrera de los 1.300 millones de dólares. Permítanme decirlo claro: una película con un reparto de actores negros “que no hacen de negros”.

SALIENDO DE LA COCINA
En el Ciclo “Madrid is a female name” del Cervantes Theatre, en el que se representó La Blanca, el público de Londres pudo disfrutar también de Una habitación propia de Virginia Wolfe, adaptada por María Ruíz e interpretada por Clara Sanchís. En el coloquio posterior, la actriz confirmó su amor por esta obra porque, entre otras cosas, era la primera vez que en su ya amplia trayectoria no hacía de enamorada, novia, esposa, desenamorada. La primera vez que hablaba de “otras cosas” en el escenario.
“Un nuevo estudio realizado por el Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine de la Universidad Estatal de San Diego concluye que, a pesar de la mayor cobertura y el conocimiento del enfoque de Hollywood sobre la igualdad de género, las mujeres aún están insuficientemente representadas en el cine. El estudio señala que el 20 por ciento de las 250 películas principales de 2018 presentaba a mujeres en roles caracterizados como "por encima de la línea", un término ciertamente imperfecto que se usa para describir el trabajo de directores, escritores, productores y otros creativos clave. Ese número subió ligeramente en comparación con 2017, pero aún equivale a una "representación insuficiente radical", según Martha Lauzen, autora del estudio, quien señala que, sin pasos igualmente radicales para corregir el problema, "es poco probable que veamos un cambio significativo". (wired.com)
En 2017 y 2018 estuve doblando al castellano algunos programas y documentales para Netflix. De manera muy evidente, el volumen de trabajo era mayor para los actores de voz masculinos que para los femeninos. Solo se incrementaba en documentales cuyo tema central era la mujer (como en Mercury 13 ) y en programas de cocina (no de grandes chefs, que como todo el mundo sabe son hombres la mayoría, sino de “gente normal” que sabe cocinar). El resto de contenidos sigue teniendo mayor presencia masculina. Es decir, que la falta de representación vocal está también relacionada con la falta de representación en la imagen. Las actrices de doblaje saben esto desde siempre. (Y también las mujeres que soñamos con que nuestra voz suene en los anuncios de coches, por ejemplo. Por ello, el Voice Arts Award 2018 conseguido por Vero López Treviño por su voz en la campaña Drive Together de Mazda, fue un doble triunfo).

Yo soy una mujer blanca europea que vive en Londres desde hace cuatro años. Soy, por tanto, extraordinariamente privilegiada. Aunque no al 100%, por supuesto. Para eso tendría que haber nacido varón.
También soy una española que vive en UK en tiempos de Brexit. Con dos idiomas y acentos europeos.
"Solo eres libre cuando te das cuenta de que no perteneces a ningún lugar
-perteneces a a todas partes- a ningún sitio en absoluto."
Maya Angelou
Desde las periferias, hoy la lucha de siempre se encuadra bajo nuevos nombres en forma de hashtag: #diversity, #equality y por supuesto, #metoo . En un mundo clasificado en base a estereotipos, personalmente siento que quedan muchas barreras que derribar. En la avanzadilla, el peldaño final es claro: en un escenario realmente diverso, Anahí Beholi interpretará cualquier personaje independientemente de su raza, además de a un personaje de su raza; las películas, series, obras teatrales y anuncios superarán de largo el Test de Bechdel (un método para evaluar si un guion de película, serie, cómic u otra representación artística cumple con los estándares mínimos para evitar la brecha de género); las latinas dejaran de hacer solamente de latinas para pasar a ser ciudadanas; los acentos no actuarán de barrera, sino que serán el gran valor añadido y, en todo caso, se vivirán con la mayor naturalidad. Tal vez Netflix y las plataformas digitales ayuden a sumar en este sentido. Y sin duda el género del audiolibro.
Quisiera terminar esta reflexión con una buena noticia, y una cita célebre. La noticia de que la Spanish Audio Drama Company, de la que tengo el honor de ser Directora y Co-fundadora, será pronto una realidad tangible en Londres. Una realidad que nos permitirá seguir ahondando en el significado de las hermosas palabras de Isaac Newton que les invito a recordar ahora:
“We built too many walls and not enough bridges”
Construímos muchos muros y no suficientes puentes...
Sigamos construyendo y afirmando que lo que más nos une son, precisamente, nuestras apasionantes diferencias.
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